En Jardín de la Paz, creemos firmemente en la importancia de expresar nuestros sentimientos y compartirlos con nuestros seres queridos, ya sea si están presentes o no. A veces nos cuesta expresar lo que sentimos hasta con los que están cerca, y siempre viene bien comunicar lo importante que es esa persona para nosotros. También creemos que aún cuando ya no están con nosotros, estas personas tan amadas nos siguen escuchando. Por eso, en este Día del Padre, invitamos a nuestros seguidores a que escriban a sus padres, sin importar si siguen hoy con nosotros o no. En esta carta, podemos expresar nuestras emociones y contar a Papá todo eso no podemos decirle. Te invitamos a leer dos ejemplos de cartas:
Querido Papá,
Todavía recuerdo la primera vez que te vi llorar. Yo tenía 13 años recién cumplidos, y nunca, JAMÁS, te había visto bajar la guardia así. Mi Papá siempre era el fuerte, el que podía con todo, y el que no tenía miedo de nada. Pero ahí estabas, manejando con la mirada fija al frente y los ojos rojísimos, con lágrimas derramándose por tu rostro, y una mueca extraña en la boca. Era como si de verdad no supieras cómo llorar.
Yo iba de copiloto, e íbamos camino al sanatorio. Mamá y mi nuevo hermanito seguían internados, ambos habían esquivado la muerte por un hilo. Hasta ese momento, y en mi inocencia todavía infantil, yo no había comprendido la verdadera gravedad del asunto. Pero al verte así, me entró un miedo pánico. Si mi valiente soldado estaba así, quería decir que la cosa estaba bien fea. “Papi tengo miedo,” te dije. Y como por arte de magia, te secaste las lágrimas, te tragaste todo, y me sonreíste. “No te preocupes, mi nena, todo va a salir bien.”
Hoy que ya no estás, me alegra haber sido testigo de ese lado vulnerable tuyo. Para mí, esas lágrimas fueron una demostración de amor tan hermosa. Te preocupaba tu familia. Te preocupaba no poder protegernos como siempre lo hacías. Y además, bajaste tus barreras conmigo, convirtiendo ese momento tan emotivo en algo compartido, algo nuestro. Y si bien hoy vuelvo a sentir miedo, porque ya no estás ahí para protegerme, al derramar estas lágrimas parece que te siento y escucho decirme, una vez más, “No te preocupes, mi nena, todo va a salir bien.”
Tu Nena
Papá,
Es muy difícil para mí escribirte esta carta, porque me cuesta mucho expresar mis sentimientos, especialmente cara a cara…
Creo que nunca te llegué a decir lo mucho que te aprecio, pero ahora capaz con este tema del COVID, me quedó bastante claro que la vida es una, y que los sentimientos hay que expresarlos en vida.
Así que te digo hoy papá que TE QUIERO con letras mayúsculas. Que has sido mi fortaleza siempre. Que aunque quizás sientas que cometiste muchos errores en tu vida, y que no has sido el mejor padre, que no creo que exista tal cosa. Vos aprendiste a ser papá mientras que yo aprendí a ser hija, así que estamos a mano.
Ojalá que estos tiempos te hayan dado más claridad sobre lo que tenés que hacer de aquí para adelante para poder continuar bien y en vida. También espero que disfrutes más de los momentos, que el trabajo es salud, pero que exagerar con eso también tiene consecuencias.
¡Recuperate pronto, te esperamos en casa!
Expresar nuestros sentimientos escribiendo muchas veces nos resulta más fácil que hacerlo en persona. El acto de escribir nos lleva a reflexionar un poquito más, porque tenemos que pensar en las palabras adecuadas para reflejar lo que tenemos dentro. Por eso, hoy te invitamos a probar este ejercicio que, aunque aún sigue siendo difícil y quizás hasta nostálgico, puede también ser una hermosa manera de homenajear a PAPÁ.
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